LA HISTORIA DE MICAELA.

LA CESÁREA DE JOAQUÍN (ALIAS ¨COCO¨)

El sábado empezó distinto, porque mi papá y mis abuelos venían a almorzar, no me acuerdo por qué. Siempre almorzamos los domingos, en casa de mis abuelos. Ese mediodía hice unos fideos, ellos trajeron el postre. Comí muchas cosas dulces, tomé gaseosa, y cuando todos se fueron le dije a Eze: "Coco no se movió nada de nada hoy". Entonces él se puso a hablarle a la panza, a cantarle, a empujarlo un poco, de un lado, del otro. Pero el gordo, nada, no acusaba recibo.
Esto ya me había pasado el martes anterior, durante toda la tarde, y después del curso preparto la partera me recomendó hacerme un monitoreo, que salió normal. En el control con el obstetra que tuve al día siguiente me hizo una eco, me dijo que estaba todo normal, pero que si me volvía a pasar eso que lo llame directamente a él.
Ese sábado, no sabía si llamarlo o no, si "molestarlo" un sábado a la tarde. Pero bueno, los nervios de mamá primeriza ganaron, y lo llamé. Asi nomas, por teléfono, me dijo: "venite con el bolso, que hoy nace". Y yo me quede helada, con el teléfono en la mano. Le conté a Eze, se sorprendió igual que yo. Se dio una ducha, mientras yo acomodaba la casa, y dejaba todo limpio. Nos subimos al auto, y fuimos al consultorio del doctor, como él nos había dicho. Entramos, me hizo una eco, no me la mostró. Me dijo que estaba todo bien, pero que no quería arriesgarse a seguir esperando (yo estaba recién en la semana 39). Ahí me agarró miedo la verdad. Nos pidió que lo alcanzaramos hasta la casa, porque cuando lo llamé estaba jugando al fútbol y quería ducharse y cambiarse antes de la cesárea. Que nosotros mientras hiciéramos el ingreso a la clinica.
Llegamos al sanatorio a las 19hs, le entregamos la orden que me había dado a las chicas de la recepción, sin entender mucho, bastante nerviosos la verdad. Enseguida vinieron a buscarme con una silla de ruedas, me llevaron a la habitación y me pidieron que me cambiara, y me pusiera una bata. Yo empecé a sacarme la ropa, pero entraron dos enfermeras y me empezaron a apurar (tengo que decir que en ningún momento me maltrataron ni nada, eran muy amables): Dale mami, que el doctor puso que era urgente y ya están preparando el quirófano (ahi me asuste un poquito más: ¿por qué era urgente?). Me puse la bata, me razuraron, me despedí de mi marido (estábamos en plena crisis de "gripe A" y las normas estaban super estrictas, y con tanto apuro no lo dejaron venir conmigo) y me llevaron en camilla al quirófano, donde me esperaba mi doctor.
Joaquín nació por cesárea, el 22 de agosto de 2009, a las 20:09hs.
Cuando me vino a ver a la habitación, el doctor me dijo que el gordo tenia una circular de cordón, que no lo estaba presionando pero que él no se quizo arriesgar. En ese momento, asumí que por eso había sido necesaria la cesárea.
Por suerte, mi hijo estuvo conmigo practicamente todo el tiempo, y pegado a la teta. Sólo lo pusieron en la incubadora para llevarlo del quirófano a la habitación (por la "gripe A"). Y después se lo llevaron unas dos horitas a la lampara de calor porque no regulaba bien la temperatura.
Hoy se que eso no era necesario, que si me lo hubieran dejado piel con piel, la ropita que llevaba no se hubiera humedecido y él hubiera estado con la temperatura ideal. Pero bueno, eso ya pasó. Hoy lo se, en ese momento no.
Tampoco se bien el motivo de mi cesárea, dudo siempre que me lo preguntan. Si no habia nada mal, si no habia riesgo según el propio obstetra...¿para que lo "hizo nacer"?
El recuerdo del nacimiento de mi hijo, de verlo en el instante mismo en que salia de mí para ser parte de este mundo, es el recuerdo mas lindo que tengo en la vida.
Pero hoy, que aprendi más, que conocí que habia otras mamás que sentian como yo... Que ya no tengo miedo y me informo, y leo... me duele no haberle dado el parto que él se merecía.
Me duele que no haya nacido cuando él estaba listo, sino cuando el doctor así lo decidió.

                                               Micaela y Joaquín, cara a cara por primera vez.


¿POR QUÉ BUSCAMOS UN PVDC PARA EL NACIMIENTO DE SU HERMANITO/A?

Desde mucho antes de pensar siquiera en un proximo bebé, empecé a leer, a informarme sobre lo que había pasado con el parto de Joaquín. La verdad es que, no estaba conforme. Nos habían tratado bien, el Doctor había sido muy amable… demasiado amable. Sentía que me habia mentido, que la o las razones para la cesárea no estaban claras. Que me había robado (a mi y a mi marido) la posibilidad de elegir y decidir sobre el nacimiento de nuestro hijo. A Joaquín me lo “ habian nacido”, yo no había podido parirlo.
Y si bien condeno algunas actitudes del obstetra, sé que la culpa fue mía. Yo no me informé, no sabía que era necesario. No sabia que tenia que defender mi parto de las manos profesionales, pensé, ingenuamente, que ellos estaban ahí para ayudarme, no para ayudarse.
Mi hijo me enseño un camino, que hoy sigo recorriendo. Mi herida no duele ya, porque se que hice siempre lo mejor que supe para él, a pesar de su nacimiento forzado. Teteamos, nos apegamos y seguimos  colechando…no voy a poder regalarle otro nacimiento, pero si puedo tratar de que sane el que lo hayan nacido de esa manera.
Cuando decidimos buscar otr@ bebé, supe que el parto sería nuestro. Mío y de él o ella, con su papá y su hermano bien cerca. Supe que quería que naciera en casa, rodeado de amor y sin manos que quisieran separarnos. Supe que intentaría un parto vaginal por todos los medios, tuve un embarazo sanisimo con Coco, ni siquiera nauseas (otra cosa que me robo el obstetra, con la recuperación post- quirúrgica de la cesárea).
Ahora, nuestr@ segund@ hij@ está en mi panza, creciendo. Y yo afilando las garras, porque… ¡¡¡ESTE PARTO ES NUESTRO!!!