LA HISTORIA DE MARU

LA CESÁREA DE AMBAR.

Siempre quise ser mamá y siempre quise parir. Era mi sueño…
En Agosto de 2007 con mi marido decidimos que ya era hora de ser papás. Buscamos y vino enseguida. Tuvimos un embarazo hermoso, sin ningún problema.
En la semana 36 tenía 1 cm. de dilatación lo cuál me dijeron que era algo normal.
Semana 37.2 por la madrugada, creí sentir algunas contracciones, no muy dolorosas pero mi falta de experiencia me pone un tanto alerta. Vivimos a unos cuantos kms de la clínica, con lo cual, prefería salir con tiempo, y en todo caso, quedarme en lo de mi suegra que estaba cerca. A las 7:00 am me encuentro con la partera de mi médico en la clínica. Me revisa, y me dice que estoy con 1 cm. de dilatación y que el cuello esta blando… que vaya a caminar y que vuelva en un rato. Le hago caso y vuelvo al rato.. todo seguía igual. Me dice que me vaya a lo de mi suegra y controle… y que a las 18:00 hs.  vaya a ver a mi medico a ver que me decía.
Así fue, esa tarde pasó, con algo de contracciones suaves. A las 18:00hs. lo veo a mi medico. Sigo igual… Me dice, “te espero a las 21:30 en la clínica, esta nena nace hoy”… Y ahí mi duda eterna… porque nace hoy si estoy con solo 1 cms de dilatación y la beba aparenta estar bien?? Esa pregunta me la hice mil veces pero cuando todo había terminado. En ese momento estaba tan feliz que mi hija iba a nacer que no dude… Mi marido tampoco. Llegamos a la clínica, me revisa la partera y me rompe bolsa… ¡5 cms. de dilatación!, ¡Qué suerte!! Todo va bien. Las contracciones casi no las sentía así que todo era soñado. Yo NUNCA había ni siquiera analizado la posibilidad de que me hicieran una cesárea…
Me interno, todo marcha tranquilo. A la hora ya estaba con 7 cms. Pero no sienten que el bebé esté bajando así que deciden ponerme goteo para ver si las contracciones más fuertes la ayudan a bajar. A las 12:00 llega mi obstetra, me hace tacto y me pide que puje… Ya con dilatación completa…No hay caso, la cabeza no baja… Yo siento a mi obstetra hacer fuerza… después de 1 hora de intentarlo me dice: “ Marianita, vamos a cesárea, tiene doble vuelta de cordón y hace 1 hora que estoy tratando de sacarle aunque sea una vuelta. No llego y están bajando los latidos”.
No puedo explicarles la angustia que me agarró. Yo JAMAS había pensado en esta posibilidad… Había soñado tanto con mi parto… ¿¿y ahora??
Lloré, mucho… Intentó ante mi llanto algunas veces más. Las parteras se subieron a mi panza y empujaron conmigo para ayudarme… doy fé que intentó… Pero no… Cesárea nomás.
Sentía mucha angustia, miedo y ansiedad. ¡Nunca me había operado de nada!.
La verdad que me trataron muy bien. Tanto mi médico, como las enfermeras, el anestesista… Todo bien. Lo dejaron a mi marido a mi lado, dándome la mano, toda la operación. Nicolás, mi médico nos dice que contemos hasta 40 que vamos a conocerla… Nunca voy a olvidar esa carita con esos ojazos enormes que nos miraba… El 10 de Mayo de 2008, a la 1:32 am., Ambar llega a nuestras vidas con 2,650 kgs. y 45 cms. Una belleza de beba, ¡¡¡cortita y chiquitita!!!. Me la mostraron enseguida, mi marido la acompañó a pesarla y me la trajo. Estuvo un rato largo a mi lado. Y se la llevaron.
Llegada a mi habitación enseguida la tuve conmigo... Se prendió a la teta bien aunque tardó unos días en bajarme la leche. La amamanté hasta el año y 8 meses.
Mas allá de todo, no tuve una mala experiencia. Pero si, un post operatorio horrible y la angustia de no haber parido…
Pero todo lo malo desaparecía al mirar a Ambar.

En la sala de partos

Ambar a horas de haber nacido

Ambar y su papá

Conociendo a mamá

Los tres felices, por estar juntos en familia



EL PVDC DE CHARO.

Cuando Ambi cumplió los 2 años, decidimos buscar un hermanito/a. Ya había pasado tiempo suficiente para poder parir. Me habían dicho que lo ideal era dejar pasar 3 años al momento del parto. A los 4 meses de buscar quedo embarazada. Esos meses había investigado mucho en Internet sobre los PVDC, y estaba entusiasmada.
El segundo embarazo nos encuentra en un momento un tanto particular, viviendo en lo de mi mamá, comprando una casa que finalmente no se pudo comprar… En fín, un tanto alterados pero mas que felices con la noticia.
Con mi marido decidimos atendernos con el mismo médico que con Ambar. Si bien, hubo gente que me había hecho dudar de mi cesárea, yo sentí que él, si bien había apurado un poco las cosas, había hecho bastante para que naciera por parto natural. Quizás si hubiésemos esperado unas semanitas mas… en fin. Ya no lo podía saber. Y ahora tenia una nueva oportunidad.
Ya en el primer chequeo lo primero que le digo es “Nicolás, yo quiero un parto natural”, a lo que me responde que si bien es un riesgo con una cesárea previa, que si el ve que todo va bien, lo haría con gusto, que tenía grandes chances, que yo había tenido un trabajo de parto rápido con Ambi y que mi cuerpo responde bien…
Solo me pidió que esperáramos a la semana 36 para ver como evolucionaba la cicatriz. Yo creo que ese día él se dio cuenta que yo estaba muy segura de lo que quería y que no me iba a convencer muy fácilmente de lo contrario. Cada visita me aseguré de recordárselo. Creo que él pudo ver  en mis ojos y en la fuerza de mis palabras que yo estaba convencida, y lo convencí a él de que así sería.
A los 3 meses estuve con contracciones y reposo por 15 días. Nada grave, la beba está bien. Las ecografías en ambos embarazos me las hace el padre de una amiga.
Con Ámbar había sido bárbaro, y yo me quedaba tranquila que me atendiera alguien  de mi confianza.
A las 20 semanas, vuelvo a tener dolor. Tomo nuevamente medicación, y hago reposo. Se pasan con el correr de los días. El padre de mi amiga me hace una eco, y me dice que tengo poco líquido… Me pongo muy triste. Me angustio mucho.
Había pasado por 2 situaciones muy fuertes emocionales durante el embarazo y lo único que sentía era miedo a perderla. Soñaba día y noche, dormida y despierta, que mi hija llegara a término y por parto natural, pero con este tema del líquido, iba perdiendo las ilusiones. Buscaba info en Internet, ¡ y era peor!.
Mi médico miraba las ecografías y me decía que la cantidad del líquido estaba bien, que no era poco. Pero cada vez que iba a lo del padre de mi amiga, salía llorando. Insistía con lo del líquido… ¡¡¡No sabía a quien creerle!!!. Hasta que un día, mi médico me mando a hacer una eco medio de raje, a un lugar específico para quedarnos tranquilos. Volví con los estudios el mismo día, y me dijo… por favor, no te hagas mas ecografías con el padre de tu amiga. Tu panza está 10 puntos… Y decidí confiar en el.
Así fue como finalmente, a los ponchazos, llegamos a la semana 36. Me manda a hacer una ecografía de la cicatriz y está perfecta. ¡¡¡Ya me ilusiono!!!. Estoy tranquila, y lo veo tranquilo a mi médico. La semana siguiente (Semana 37) nos volvemos a encontrar para un control. Esta vez no me voy a apurar… Me hace tacto, tengo 1 cms de dilatación y la pared blanda. ¡Todo pinta divino! A seguir esperando… Yo felíz… con Ambar no había pasado de las 37 semanas… El martes de la semana siguiente, semana 38, me hace tacto. Y me dice “Así como la semana pasada estaba todo ideal, ahora te digo que retrocedimos”… ¡¡¡un bajón!!!.
El cuello estaba muy duro, la nena había subido… Le pido por favor que me tenga paciencia, que mientras la beba esté bien, que él me acompañe, que me espere. A lo que me dice que si para la semana próxima la beba no había nacido teníamos que pensar en la cesárea, que él no se quería arriesgar mucho tiempo mas, pero que mientras todo marchara bien, él me esperaba. Me acuerdo que le dije “Nicolás, ¿vos realmente pensás que las cosas pueden cambiar o vas a esperar solamente por darme el gusto a mí?” A lo que me respondió “En obstetricia todo puede cambiar”… Salí del consultorio tan triste… La verdad que salí diciéndole a mi marido: ¨ya está, voy a cesárea¨. Para colmo, todos los conocidos, principalmente mujeres, insistían con que estaba loca, que cómo me iba a arriesgar, que no me iban a hacer un parto, etc. Así que después de ese día ya no quería hablar con nadie. ¡¡¡Menos mal que fue justo el martes de semana santa!!!.
El jueves a la tardecita me sentía encerrada, y Ambar pobrecita, estaba aburridísima. Le digo a mi marido de ir al Shopping a comprar zapatitos para Ambi que ya pronto venia su cumpleaños. Y así fue, nos fuimos. Llegamos al Shopping y fuimos en seguida a un negocio específico, yo ya tenia visto lo que iba a comprar. Estaba repleto de gente, y nadie me atendía. Una señora me vio y se fue a quejar a las cajas… me atienden (de muy mala gana), la levanto a Ambi para hacer mas rápido,  ¡¡¡y chan!!!: Siento que me hago pis encima… Terminé de comprarle los zapatos a mi hija, pagué, salí del negocio y lo miro a mi marido (que nos esperaba afuera del local) y le digo “Necesito ir al baño… no creo que sea nada.., pero puede ser que haya roto bolsa”. La llamo a mi prima, que es partera y me había ayudado muchísimo con esta idea del parto… ella estaba de viaje, y me dice que llamara ya a la partera de mi medico. La llamo y me pregunta por mis contracciones… ¡¡¡No tengo ni una!!!, me dice que me vaya para casa, me bañe y la llame. Fue la primera vez que salíamos sin bolso y la teníamos que dejar a Ámbar con mi mamá así que decidimos volver a casa (estábamos como a 40 minutos). Llegamos, me bañe y la llamo a la partera. Me pregunta como sigo, y le digo que siento una canilla. Me dice que me vaya para la clínica. Teníamos para 1 hora de viaje y la verdad que estaba tranquila. No tenia contracciones así que yo estaba segura que iba a ir a cesárea, aunque mi marido insistía que esta vez iba a parir. Yo no quería ilusionarme. Diez minutos antes de llegar empiezo con algunas contracciones, muuuy suaves, pero algo es algo. Llegamos a las 22:00 hs. Misma clínica, misma partera. Me revisa… 5 cms, cuello blando, pero la beba alta. Vamos a intentarlo me dice… Me internan, todo venia igual que con Ambar. Las contracciones seguían suaves pero luego de hacer un par de pujos: ¡la beba baja!...  Buena señal. Al rato me dan un poco de goteo para intensificar las contracciones, ¡¡¡y ahí si que las sentí!!!. Pero las toleré… todo venia muy rápido. Yo no podía creerlo, no hasta que estuviera con mi hija en brazos. En un momento, la partera llama a mi marido afuera… Sentí mucho miedo. Cuando entra le digo que me contara que estaba pasando, y me dice que al ser semana santa, no encontraban anestesista… ¡¡¡No importa!!!, Qué alivio… Pensé que pasaba algo grave. ¡Sigamos!, A las 23:50 aparece el anestesista… ¡ya no aguantaba mas!. La anestesia fue muy suave pero me ayudo mucho. A las 00:00, como con Ambi, llega mi medico. No me olvido mas su cara cuando abre la puerta y me dice: “te saliste con la tuya”… fue ahí donde empecé a creer que iba en serio, que iba a parir… Todo fue rapidísimo. Me pusieron de costado y a los 5 minutos dije “tengo que pujar”, no podía creer el sentir como la gordita descendía por mi cuerpo… ¡¡¡que sensación tan única!!!.
Todos me alentaban, mi marido me daba la mano fuerza conmigo… tal cual lo había soñado. Al tercer pujo salió la cabeza, seguía sin poder creerlo… Cuando el médico saca los hombros de la beba me dice “dame tus manos”. Las coloca en las axilas de  la beba y me dice “sacala vos!!”… y de ahí en mas que les puedo decir… Yo misma terminé de sacar a Charo… no solo que pude parir sino que la saque de mi propio cuerpo y la puse directo en mi pecho. No podía creerlo… no paraba de llorar y de decirle “Gracias Nicolás, Gracias”. Todos lloraban a la par mía. Fue muy emocionante. Charo nació el 22 de Abril de 2011, a las 00:30, después de un trabajo de parto prácticamente sin dolor de 2 horas y media. Pesó 3.120 kgs y midió 50 cms. ¡Una gordita sanita y hermosa!.
Llegué a la habitación y enseguida la llame a mi mamá que estaba con Ambi. Ella no  sabia siquiera que me había internado, mucho menos lo que había pasado… Mi mamá vivió cada segundo de nuestro embarazo y no podia creer cuando me pregunta: ¨¿ y?, ¿¿¿qué novedades???,  ¨Nació mami, tuve un parto natural y la saque yo!!!!¨
Fue la experiencia más maravillosa de mi vida.
¡Si, se puede!, ¡Nunca hay que bajar los brazos!!!!

Hermanas viendose por primera vez

Charo a horas de su pvdc

Familia de 4, felices y juntos.


8 comentarios:

  1. qué delicia de relato y experiencia!!!!!! YO QUIEROOOOO Y ASI SERA. Pame

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  2. Claro que si Pame!!! Querer es poder! Aún cuando todos te digan que es una locura... No bajes los brazos!!! Besos. Maru

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  3. maru me hiciste llorar, ojala yo pueda y todo salga bien! si dios quiere!

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    1. Si, vas a ver que si!! No pierdas las esperanzas, y tratá que se respeten tus deseos. Mucha suerte!!

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  4. Maru hermoso relato,que lindo que la pudiste sacar vos,casi lloro de la emoción.
    Cuentanos donde te atendiste cual fue tu doctor,yo ando en la búsqueda y esta vez no quiero una cesarea.
    Tienes una familia hermosa

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  5. Espectacular!!!!! Llore cuando contas que el doc puso tus manos en las axilas de Charo para que la saques, un escalofrio me corrio por el cuerpo, que hermoso!!!!! No pense que un relato de parto me iba a emocionar asi, TE FELICITO!

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