Parto de Simon

Compartimos el relato del nacimiento de Simon con el permiso de su mamá Sofía. Fue el segundo parto vaginal después de una cesárea, en su casa, sin asistencia profesional:

"Qué difícil comenzar a relatar tantas cosas!! Debo admitir que llegar a las 41 semanas fue duro. Por más que mi parte racional sabía que si mi bebé aún no llegaba era porque no estaba listo, me costaba entregarme a los tiempos que mi cuerpo y mi hijo necesitaban. Hoy puedo decir que menos mal que llegamos hasta ese día!!! Esa última semana fue sanadora y estuvo llena de amor entre mi compañero, mis hijas, la panza y yo; compartimos muchas cosas, juegos, mimos, paseos y todo se dio en su dosis justa. El día lunes 12 de mayo me sentía rara, no tenía ganas de salir de casa ni ver gente pero tenía que llevar a las nenas al colegio y jardín y luego tenía un ecodoppler. Por sorpresa cuando saco el auto (con la hora justa como siempre) tenía una rueda completamente pinchada y no podía llegar ni a la esquina, así que pese a que no quería ver gente tuve que llamar un remis y obligatoriamente hacer los sociales correspondientes al viaje (como todo remis). La recompensa fue que el chofer me cambió la rueda cuando llegamos a casa así que pude ir a hacerme el doppler sin tener que hablar con mas nadie. El estudio salió perfecto, el bebé estaba genial, su peso era de aprox 3,500 kg, la placenta y el liquido en orden así que podíamos seguir esperando a que él decida desalojar el monoambiente cuando estuviera preparado. Ese día dormí la siesta y mi compañero me mimó con comidita rica y un ataque de Utilísima que dio por resultado un “juego de la oca” casero y juguetes de papel para ambas nenas que nos hicieron jugar a los 4.
El martes 13 me levanté como nueva otra vez, parecía de 7 meses como me sentía! Lleve a Zoe al jardín, Maite estaba engripada asique no fue al cole, aproveche para pagar unas cuentas y comprar cosas para el cumple de Zoe…caminamos bastante con Mai y después nos tiramos en la cama acurrucaditas a ver una peli. Cuando a la noche estoy durmiendo a Zoe siento una contracción que me duele. Voy al baño y al limpiarme veo parte del tapón mucoso!! Grito “iupiiiii” y nos alegramos con Cris porque al fin comenzaba a pasar algo. Barrí la pieza, ordene un poco por si la cosa comenzaba de noche y me fui a dormir ya que estaba cansada de andar todo el día. Durante la noche algunas contracciones me dolían pero no eran seguidas y podía volver a conciliar el sueño asique aprovechaba y descansaba. En un momento de la madrugada le digo a Cris que no vaya a trabajar que con el dolor que venía sintiendo (si bien no era tremendo) no podía ocuparme de llevar a las nenas al cole y ver gente que pregunta cosas obvias del tipo “Para cuándo?” o “Todavía con panza?”.
Miércoles 14 nos levantamos, mi compañero hermoso me mima con un desayuno riquísimo y se encarga de todo lo de las nenas para que yo esté tranquila. A media mañana salimos los 4 a caminar por el barrio para tomar aire y despejarnos un poco. Zoe se va al jardín, Maite se queda porque sigue engripada, almorzamos juntas con Mai en el patio con un solcito que salía de a momentos y recuperamos mucho del tiempo exclusivo que nos debíamos. A la tarde me acuesto con Cris y nos despedimos de las relaciones carnales con mucho amor y cuidado; realmente el sexo que tuvimos este embarazo fue fabuloso y no podía faltar el ultimo día una despedida de amor piel con piel. Nos bañamos, dormí un ratito y a la nochecita ya comencé a bajonearme un poco. Realmente yo creía que este parto iba a comenzar de manera distinta, que iba a ser de golpe y que atrás habían quedado esos 3 días de preparto que tuve con Zoe…pero no…la naturaleza hace lo que se le canta y una vez más debía aprender a dejarme llevar, fluir y dejar de pensar y calcular
todo. Me fui al patio y lloré un rato. Cris vino, me abrazó, me alentó y me dijo todo lo que yo ya sabía pero que en ese momento necesitaba escuchar. Me invitó a dejarme llevar y me propuso salir un rato a caminar por el centro de Banfield. Fuimos. Nos hizo bien. Yo estuve todo el día con contracciones con dolor pero súper soportables y espaciadas (no las controlaba para no ponerme ansiosa pero las pocas veces que miraba el reloj eran cada 10 o 15 min).
El jueves 15 de mayo a las 4 am me despierta una contracción dolorosa, voy al baño y tengo bastante sangre del tapón mucoso asique supongo que puedo estar comenzando a dilatar y prefiero levantarme y caminar a ver si son seguidas. Como son espaciadas me acuesto otra vez. No consigo dormirme, me duelen bastante. Viene Zoe a mi cama a las 5 am a tomar teta, le doy y comienzo a controlarlas…ya no podía pasarlas en silencio. Empiezo a anotar en el cel 5:00, 5:06, 5:09, 5:16, 5:22, 5:27, 5:36… ya son bastante dolorosas y no puedo estar más acostada, tampoco puedo seguir dándole teta, le explico a Zoe que me duelen mucho y que no podía darle más, que por favor se duerma solita con su muñeco que tenía que levantarme, Cris se queda con ella y se duerme. Mi compañero ya al tanto de todo se levanta apenas Zoe se duerme y me ayuda a controlar las contracciones, de hecho se ofrece a anotarlas él. Me hace un té y ahí comienza todo. A los 20 min Zoe se levanta y dice que no quiere estar sola…que además se tiene que tapar los oídos cuando yo grito. Le ofrecemos que se acueste en el sillón con nosotros en el comedor mientras yo deambulaba por la casa. Luces apagadas, música relajante de la naturaleza y todo listo para vivir el día tan esperado!!! Al ratito Zoe sigue sin poder dormir y me dice “Mama, no quiero ver cuando nazca Simón” así que su sinceridad y la libertad que tenia para elegir qué hacer en ese momento hicieron que Cris llame a mi mamá para que la venga a buscar. Yo 6:08 le escribo un mensaje a mi amiga Nadia para que vaya preparándose y viniendo cuando quiera porque las contracciones eran bastante seguidas. Tipo 7:30 llega ella. Al ratito mi mamá. Maite se había despertado al baño y le contamos que Simón parece que había decidido nacer, que Zoe no quería estar y que habíamos llamado a la Abu para que la busque y le preguntamos qué quería hacer ella, me contestó que se quería ir también y le explicamos que este momento era único, que ella se había preparado y visto videos para ver cómo nacía su hermano, que si bien tenia la libertad de elegir que sepa que nunca más iba a vivir algo así….Mai eligió irse también asique en poquito tiempo estábamos solo Nadia, Cris y yo. Mi amiga es fotógrafa y consciente de lo que implicaba estar en un parto en casa, el silencio, el respeto, el cuidar la energía, la ansiedad, etc supo exactamente qué hacer y qué no en cada instante. Nunca se notó su presencia. Era como un fantasmita retratando todo pero sin interferir ni siquiera visualmente. Recuerdo escuchar la cámara, abrir los ojos y ella ya no estaba. Era como si supiera exactamente cuánto estar y cuándo salir de la habitación. Si había algo que me daba dudas sobre fotografiar el parto era el sentirme observada o percibir que éramos mas que Cris y yo recibiendo a Simón pero no, pude todo el tiempo disfrutar de la intimidad de nuestro hogar y nuestra relación amorosa (cuasi sexual por momentos) sin ningún pudor. El trabajo de parto claramente avanzaba!! Cada vez mas tapón con sangre, nauseas, vómitos, evacuaba a cada rato (hice caca unas 8 veces en todo el trabajo de parto!!), el dolor y la intensidad aumentaban y aunque el reloj hacía rato que no lo mirábamos estábamos tranquilos que todo estaba fluyendo bien. Simón se movía mucho y a pesar de que tenemos el doppler fetal nunca lo usamos. Las últimas contracciones eran muy intensas y me
costaba “subirme” a ellas, sentía que me sobrepasaban, no podía vocalizarlas y no podía con el dolor. Mi incondicional y comodín compañero (por momentos doulo, partero, novio, amigo, TODO!) me ayudaba a vocalizar, me recordaba no tensionar los labios, abrir la boca y hacia la “ooooo” o “aaaaa” conmigo. Me recordaba que faltaba poco, que lo estaba haciendo bien, que tenía mucha fuerza, que valía la pena porque conoceríamos a nuestro bebe y que así queríamos que fuese….realmente no dejo de asombrarme como este hombre supo todo lo que yo necesitaba! Ese día fuimos uno sin dudas! Bailamos, reímos, nos acariciamos, nos besamos, lloré y me consoló, me hizo masajes, me alentó, me daba fruta y liquido, estaba en cada una de mis contracciones, fue claramente una parte de mi y PARIMOS los dos a este bebé. Con estas contracciones tan intensas y mi llanto y desborde por momentos llegó la hora de pujar. Cual si fuera extraído de un manual de parto fisiológico después del famoso “No puedo” y de las palabras de aliento de Cris empecé a hacer fuerza para ayudar a nacer a Simón. El expulsivo fue muy rápido. En solo 3 largas e intensas contracciones su cabeza asomó. La fuerza con la que pujé fue impresionante!! Era como si un rayo me atravesara y me diera un poder sobrenatural. Lo que grité también fue increíble. A veces pienso con qué cara me mirarán los vecinos cuando salga a la calle…Luego del primer pujo me toco y siento que a menos de medio dedo estaba su cabeza! Eso me dio fuerza para esperar con ansia el próximo rayo poderoso! La segunda y tercera contracción fueron casi sin pausas. Su cabeza comenzó a asomar y en cuestión de segundos estaba coronando. En ese instante recuerdo lo que había estado leyendo en el embarazo y hablando con mi compañero de que me recuerde no pujar en el momento en que el bebé corona así evito un desgarro…completamente consciente de esa situación me importa un bledo el desgarro y hago toda la fuerza que puedo para que salga y el dolor termine!! Su cabeza finalmente sale con la bolsa aun intacta y casi sin parar comienzan a rotar sus hombros, en ese momento se rompe la bolsa e inmediatamente sale el resto del cuerpo. No puedo describir el dolor, la fuerza, el poder, la confianza, la tranquilidad, el alivio y la felicidad que sentí esos 10 minutos que habrá durado el expulsivo. Nunca se me cruzó por la cabeza que algo malo podía suceder, que el trabajo de parto no avanzaba, que necesitaríamos de alguien, que no lo lograríamos, que estaba perfectamente acompañada. Todo fue perfecto. Nada podía ser mejor ni nada me quedó sin hacer. Soy la mujer más feliz de esta tierra. Parí a mi hijo Simón en el dormitorio de mi hogar en cuclillas, con mi incondicional compañero que lo recibió, sin ningún tipo de asistencia, intervenciones, tactos, manoseos, indicaciones. Nació de 41+4 semanas, a las 12 am, después de 7 hs de trabajo de parto, pesó 3,480 kg, midió 52 cm, la placenta alumbró a los 10 o 15 minutos, comenzó a tomar teta con el cordón sin cortar y obviamente estamos ambos perfectos. Parí pese a que tengo una cesárea de casi 7 años, habiendo pasado 11 días de la FPP, habiendo amamantado durante todo el embarazo a mi hija del medio…en fin….hoy puedo decir con hechos más que con palabras que no necesitamos nada para parir a nuestros hijos!! Solo confianza, respeto, sostén y sabiendo que nacimos capaces de dar a luz naturalmente, como cualquier mamífero, sin necesitar intervenciones (en la gran mayoría de los casos). Cualquier mujer sana con un embarazo saludable puede parir más allá de las 40 semanas al bebé que gesta sin apurar ni interferir en el momento en que el bebé decide comenzar el proceso."

Les dejamos un video con fotografías del momento del parto: https://vimeo.com/96243099

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